CECTE ILCE Maestría en Comunicación y Tecnologías educativas

9 de febrero de 2009

TRABAJO PARCIAL 1. ENSAYO DE LA SESIÓN 4

EL BUCLE DE LA COMUNICACIÓN, LA COMPRENSIÓN Y LA ÉTICA.
Es conocido entre los guerreros artemarcialistas un dicho popular que dice: la primera y principal gran batalla que hay que librar es contra uno mismo, después de salir airosos en esta contienda, cualquier lucha de la vida será más fácil. Y precisamente es la batalla personal contra los perjuicios de la calidad humana que debemos combatir para mejorar como sociedad interactuante, codependiente y afectante que somos, por su puesto entiéndase afectante como todo medio o estímulo que afecta para bien o para mal; de los retadores más rudos que enfrentaremos tenemos a la incomprensión de uno mismo y de los otros individuos y la falta de ética personal o laboral.

La comprensión de uno mismo, de los demás y de nuestro entorno completo, además de la ética planetaria y humanística es el camino para poder desarrollarnos como seres realmente pensantes y productivos ante la sociedad en la que estamos interactuando. La comprensión puede reforzarse en la comunicación, ahora que hemos ampliado los medios y canales para comunicarnos no debemos de permitir que estos medios nos alejen aun más de lo que ya estamos de la sociedad; por cuanto más, sin perder en cuenta como lo menciona Edgar Morín, en su publicación, “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, que en ocasiones el conocer a fondo a las personas perjudica las relaciones y puede alimentar mal entendidos, “la incomprensión destroza las relaciones padres-hijos, esposos-esposas; ésta se expande como un cáncer en la vida cotidiana suscitando calumnias, agresiones, homicidiso síquicos (deseos de muerte)”1.

1 Edgar Morín, “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Correo de la UNESCO, 1999.
La comunicación debe ser una garantía para que mejoremos nuestra calidad moral y social pero la comprensión debe de reforzar cada uno de los accionares interactuantes con los miembros de la sociedad, debe de perfeccionar el desarrollo intelectual y la calidad de la misma comunicación, expresando de forma correcta los verdaderos afectos del consiente, tomando como necesidad proyectiva la simpatía, apertura de la mentalidad y la honestidad de pensamiento.

Puede haber muchos problemas que afecten a la comprensión, por ejemplo, la pluralidad del significado de las palabras, el ruido en el medio, el canal, la ignorancia de términos o conceptos, los pensamientos retrogradas y en algunos casos los pensamientos conservadores o tradicionalistas, incluso la afectan las formas tan diversas de pensar y concebir las cosas de la humanidad, como en egocentrismo, etnocentrismo, sociocentrismo, los prejuicios, miedos fobias internas, Etc.

A manera de reflexión final, en ocasiones no comprendemos a los demás porque no nos comprendemos a nosotros mismos, un ciego no va a poder guiar a otro ciego.

ÉTICA DEL DEBER Y LA COMPRENSIÓN.

La ética es el mecanismo interno que nos autoregula y normatiza las acciones consientes e incluso las inconscientes y debería de ser la que mejore los procesos mentales internos como lo es la aceptación y la comprensión , en verdad es difícil ser comprensivo ante tanta injusticia injustificable e irrazonable pero el verdadero reto está en que hay que comprender lo incomprensible y la incomprensión de los demás, la tolerancia y la comprensión son base de la sana convivencia aunque en la mayoría de las ocasiones no haya reciprocidad; es importante que comencemos combatiendo con este arisco contratiempo realizando una introspección que nos sirva para comprender nuestra forma de comprender a las demás, podemos cambiar nuestra perspectiva y forma de pensar, por cada uno de los detalles o situaciones trascendentales que nos acontecen y cambiar nuestra forma de entender y aceptar a los demás.
Debemos de mantener una mentalidad honesta y sana, libre de prejuicios para poder convivir de forma productiva, pensar en los demás como parte de nosotros mismos, he incluso pensar en las demás personas como si fuéramos nosotros mismos, con apretura para entender a los que no podemos entender, sean extraños, amigos, compañeros o personas al parecer antipáticas.

Debemos de respetar y comprender cuando se lleguen a acuerdos que no son nuestros pero en consenso de mayoría se logran; utilizar ideas diversas, aunque no sean propias, entonces es bueno tener solidaridad intelectual y moral, reaprender de manera permanente.

Es decir, hacer valer la democracia. Realizar una reforma planetaria mental.

ÉTICA DE LA HUMANIDAD.

Son tantos y tantos los dichos sobre el correcto comportamiento del ser humano pero pocos se refieren directamente a la humanidad de las personas como cualidad y es hasta redundante decir que el humano cada día debería de ser más humano, humanitario o bien humanista. Al emplear la antropoética para mejorar la humanidad de la humanidad, el reforzamiento de la conciencia correcta personal, tener ética en la comprensión, en la solidaridad y en humanismo, se tendrá con humildad una cultura ciudadana planetaria adecuada para el sano desarrollo humano.


El consenso en la toma de decisiones necesita de la democracia, de diversidades y antagonismos, ideas y opiniones; la competencia de la democracia es difícil de alcanzar y muy vulnerable, lo importante, no es tan solo llegar a conseguirla, sino mantenerla.


Uno de los problemas actuales y futuros de la democracia como lo menciona Edgar Morín, en su publicación, “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, es que es parcializada debido a que la participación de ideas y opiniones se ve limitada a la tecnocratización de los conocimientos. Hoy en día y en los años siguientes, cada vez va a ser mar difícil tener conocimientos parecidos a los que tengan los científicos y expertos conocedores de temas tecnológicos y va a ser más difícil aun la participación de todos los involucrados en alguna situación técnica.

En conclusión el verdadero humanismo de la conciencia nos llevará a la mejora social integral.

LA ÉTICA Y EL DELITO ACADÉMICO.

Concuerdo con Edgar, Morín, en que uno de los delitos académicos más graves es el plagio de ideas, es decir utilizar textualemente ideas de otros autores y hacerlas pasar como nuestra en ocasiones ésto se da de forma consiente pero en otras se hace presente sin que el autor se percate de que está cometiendo una gran falta y que debía de realizar las citas pertinentes.

Confirmo por experiencia propia que lo más delicado es que este delito académico no se hace presente solo en estudiantes, sino que se ha presentado el caso en docentes e incluso en investigadores o productores de publicaciones en Internet; tal vez el mayor error de los catedráticos está en que al percatarnos del plagio cometido por los alumnos los maestros solo llamamos la atención o sancionamos bajando el porcentaje en las evaluaciones pero deberíamos de hacer entender la magnitud del delito. Aquí también se hace presente la honestidad y la honestidad intelectual en el trabajo académico


Estoy de acuerdo con lo que menciona Rojas Soriano, Raúl, en su publicación “Formación de investigadores educativos”, que una buena estrategia para que le comentemos a nuestros alumnos es decirles que hagan referencia al autor de la siguiente manera, expresando la similitud de ideas mencionando que estamos de acuerdo o coincidimos con tal investigador.

Por otra parte, cuando pasamos a ser productores de publicaciones, ya no solo como consumidores debemos de cuidar en forma delicada este tipo de delito aún si más, no queremos correr riesgos en que plagien las ideas que generemos es recomendable que registremos las producciones en la Dirección General de Derechos de Autor de la SEP




REFERENCIAS.

Edgar Morín, “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Correo de la UNESCO, 1999
Rojas Soriano, Raúl, “Formación de investigadores educativos”, Edit. Plaza y Valdés, México 1992
(Fotografía recuperadas el día 10 de Febrero de 2009 en:http://images.google.com/imghp)